
La historia parte en 2008, cuando el Campeonato de Primera División Femenino se disputó por primera vez. Fue el 10 de mayo de ese año cuando Colo-Colo y Unión La Calera inauguraron la temporada. Aquel equipo “cementero” brillaba con nombres que hoy son sinónimo de jerarquía: Christiane Endler, Karen Araya y Camila Sáez.

Durante esa campaña, Unión La Calera terminó en la quinta posición con 56 puntos en 26 fechas, sumando 18 triunfos, dos empates y apenas seis derrotas. Fue Everton quién se quedó con el primer título de la historia, pero las caleranas se ganaron un lugar especial por su talento y proyección.
Una de las grandes figuras fue Karen Araya, quien con solo 17 años deslumbraba por su técnica, visión de juego y capacidad goleadora. Terminó el torneo entre las cinco máximas artilleras del certamen, con 34 goles en 26 partidos.

Otra jugadora clave fue Nathalie Quezada, una delantera letal que marcó 40 goles y se convirtió en la segunda goleadora del campeonato, solo por detrás de María José Rojas, quien anotó 62 tantos vistiendo la camiseta de la Universidad de Chile.

En el arco, Christiane Endler, con apenas 18 años, ya mostraba su liderazgo y seguridad. Sus actuaciones bajo los tres palos fueron fundamentales para el buen rendimiento del equipo y la catapultaron pronto a la Selección Chilena, donde comenzaría una carrera brillante.

Años más tarde, Karen y Christiane se consagraron como referentes del fútbol nacional: Fueron múltiples veces campeonas del torneo chileno, alzaron la Copa CONMEBOL Libertadores 2012 con Colo-Colo y brillaron en la Selección Chilena Adulta, donde protagonizaron logros históricos que las consolidaron como verdaderas leyendas del fútbol femenino en nuestro país.