
La jueza nacional Dione Rissios fue la encargada de impartir justicia en la final de la CONMEBOL Copa América Femenina 2025, disputada el sábado 2 de agosto en el Estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito, Ecuador. El encuentro entre Brasil y Colombia fue vibrante y terminó 4-4 tras el tiempo reglamentario y suplementario, con victoria brasileña en penales por 5-4.
Acompañada por las asistentes Marcia Castillo y Leslie Vásquez, Rissios lideró una terna chilena en un hecho inédito para el arbitraje nacional. “Desde que nos designaron al torneo, con Marcia y Leslie nos enfocamos en dirigir una final. Siempre lo tuvimos como un objetivo y nos preparamos desde antes en lo físico, lo teórico y en el trabajo en cancha”, cuenta la jueza, quien ha sido parte del panel FIFA desde 2016.

Su camino hasta la final estuvo marcado por un rendimiento sólido y decisiones clave. “En el partido entre Brasil y Colombia por la fase de grupos hubo una jugada muy crucial: Una tarjeta roja a la portera de Brasil. En cancha la árbitra puso amarilla, pero nosotras, desde fuera, cambiamos esa decisión. Como no había VAR, tenía que ser de campo. Eso fue un sello que demostró nuestro trabajo”, recuerda Dione.
Dione Rissios comenzó su carrera en el arbitraje en 2009, a los 19 años, tras ingresar al curso del INAF. Pasó por categorías juveniles, Fútbol Femenino, Segunda Profesional y Ascenso, hasta llegar a Primera División masculina, donde debutó en 2023. Este año fue confirmada como parte oficial del plantel arbitral de la “Máxima Categoría”.
“Siempre fue mi sueño estar en Primera División. Era mi objetivo desde que llegué, incluso cuando era impensado que las mujeres estuviéramos en el fútbol profesional. Cuando me dijeron que ya era oficialmente parte del plantel, fue como: Lo logré, por fin”, relata con emoción.
Sobre el partido, Rissios admite que hubo nervios y una preparación rigurosa. “Fue el partido más visible de la CONMEBOL Copa América, el más importante. Nunca había dirigido una final en este tipo de torneos y sentía que este era el momento. Me dije: «En este torneo me la tengo que jugar por la final porque tengo la experiencia”.
El duelo no estuvo exento de desafíos: “Fue un partido durísimo. En un momento Brasil iba ganando, luego Colombia dio vuelta el marcador… Todo eso teníamos que ir trabajándolo psicológicamente. Estudiamos las tácticas, los cambios defensivos u ofensivos, y cómo preparar el alargue, lo que no es común. Físicamente, teníamos que estar al 100%. Además, estaba presente el factor de la altura, pero una vez en el partido solo pensábamos en hacerlo lo mejor posible”.

El cierre del encuentro fue con un estadio lleno y una definición por penales: “Fue una final soñada. Con goles, emociones, alargue, penales. Lo disfruté de principio a fin. Lo que uno siempre busca es que el arbitraje pase lo más desapercibido posible, con buenas decisiones. Creo que trabajamos muy bien el partido”.
La jueza también destacó el apoyo recibido desde Chile: “Desde que me designaron a la Copa y después a la final, recibí un montón de mensajes. Todos se sienten orgullosos y representados. Porque es muy poca la gente que llega a una final. Ir a la final es el reconocimiento a todo el trabajo”.
Rissios también valora el esfuerzo personal detrás de este logro: “Tengo un hijo, mis tiempos son limitados. Pero me las arreglo para cumplir con todo, lo fundamental es trabajar y que la gente vea ese esfuerzo”.
“Si pudiera hablarle a la Dione de 2009, le diría: Lo lograste. Siempre tuviste un objetivo claro, y si uno lucha por sus sueños, se cumplen. Nada es gratis, pero si te esfuerzas, se consigue y a todas las mujeres, les digo: Sí se puede. Las mujeres chilenas tenemos esa fuerza de luchar por lo que queremos, podemos lograr lo que soñamos”.
Su próximo gran objetivo: El Mundial Femenino 2027 en Brasil. “Estamos trabajando para eso. A nivel nacional, quiero seguir consolidándome en Primera División. Ya tengo mi espacio en el fútbol profesional, pero mantenerse también es importante”.